Una de las preguntas que más me hacen las personas que se acercan a mi clínica de la ansiedad y la depresión es:

¿Cuándo se debe buscar ayuda para atender estos problemas?, la respuesta más o menos es la misma siempre… entre más pronto mejor.

Todos los seres humanos tenemos días buenos y días malos, días en los que nos sentimos saludables, fuertes y llenos de energía, también tenemos aquellos en los que francamente uno sale de la cama más por disciplina que por ganas.

El tema es, cuando me doy cuenta que constantemente estoy pensando en lo malo que ha sido mi vida o en lo difícil que es vivir y enfrentar las situaciones naturales de nuestra existencia, es entonces cuando hay que empezar a considerar la posibilidad de buscar la ayuda.

Para ponerlo de una manera más sencilla, la depresión y la ansiedad son trastornos emocionales que se van desarrollando con el tiempo, entre más dejamos que se asienten más difícil es resolverlos. Es semejante a las cuestiones médicas, si comienzas con un refriado y  no te atiendes y además te sigues descuidando, muy probablemente  desarrollaras tos y alguna infección que puede irse complicando cada vez más; lo anterior hace que cuando la gripe apareció y se hubiera controlado con un medicamento suave o con cuidados en casa, acabes usando antibióticos u hospitalizado.

La ansiedad y la depresión tienen en común el hecho de fortalecerse con el tiempo, inclusive en algunos casos, las personas llegan a acostumbrarse a vivir con ellos y dar por hecho que ambas condiciones son parte de su vida.

Porqué acostumbrarte a sufrir cuando puedes aprender a ser feliz.

Para atenderte rápido observa alguno de los siguientes criterios.

  1. Has roto tus rutinas (principalmente dejando de hacer aquello que antes disfrutabas).
  2. Has empezado a descuidar tu cuidado y aseo personal
  3. Comienzas a aislarte y cada vez tienes menos ganas de convivir con personas con las que antes disfrutabas de pasar el tiempo.
  4. Las personas que te conocen y quieren te dicen que has cambiado tu estado de ánimo, que no eres el mismo.
  5. Has dejado de hacer ejercicio físico y cada vez te cuesta más trabajo encargarte de tus trabajos.

En cuanto detectes el inicio de estos síntomas busca ayuda, no esperes a que el padecimiento se complique y te genere costos extras, y no me refiero a lo económico, me refiero a perder relaciones con personas importantes para ti, perder oportunidades de trabajo y desarrollo, desperdiciar el tiempo que podrías ocupar en crear la vida que deseas; además, una situación que se atiende a tiempo, seguramente requerirá de menor número de sesiones terapéuticas y en consecuencia ahorrarás dinero.

Soy Luis Cardona, y como terapeuta, una de las cosas más hermosas y a la vez tristes que me toca escuchar es:

¡Qué bueno que resolvimos este problema rápido!, mi vida ha vuelto a ser la misma que era antes, ojalá no hubiera perdido tanto tiempo en buscar ayuda.

Existe una gran cantidad de opciones para buscar ayuda, en orden de atención te diría, busca ayuda psicológica calificada, el terapeuta después de evaluarte decidirá si atenderte desde lo psicológico o si necesitan atención médica. Busca Ayuda… mereces vivir bien.