Recuperar la confianza nos lleva a la eficacia personal

Alejandrina Villalpando

El ser humano triunfador es la que vive en confianza total, nacemos llenos de confianza, sin miedo, por eso podemos lograr durante los dos primeros años de vida las cosas más importantes que necesitamos, ponernos de pie, nombrar el mundo, relacionarnos de diferentes formas con las personas. La confianza es innata, está en nuestro interior desde pequeños por lo tanto la podemos fortalecer y sobre todo recuperar, aun cuando ante la situación más adversa.

La confianza no está relacionada con el lugar que naciste o por la cultura ni por el nivel económico, es algo personal y está estrechamente conectada con la felicidad.

La confianza puede perderse por múltiples factores experiencias traumáticas vividas en la infancia o por comentarios reiterados descalificadores de nuestros seres significativos e importantes.

La confianza es un sentimiento y una actitud ante la vida, y también es una elección.  Por ello ante la adversidad, siempre puedo elegir interpretar lo que sucede como un peligro o como un desafío.

Epíteto, el renombrado filósofo greco-romano que vivió en el siglo I, dijo:

“No podemos elegir nuestras circunstancias, pero siempre podremos elegir la forma en que respondemos ante ellas”.

La confianza en uno mismo

La confianza se construye desde el interior, y que se refleja de manera inmediata en nuestras acciones exteriores. Y SE SOSTIENE A TRAVÉS DE CUMPLIR NUESTRAS PROMESAS.

Para fortalecer la confianza en nosotros mismos y elevar nuestra autoestima, es propicio:

  • Observar nuestras actitudes y hábitos para cultivar sólo los que nos ayuden a construir la mejor versión de nosotros mismos. Visualiza tu éxito
  • Cumplir las promesas.
  • Hacernos responsables de nuestros actos y palabras.
  • Ser coherentes.
  • Reconocer nuestros logros.